Glorioso ‘D’ de Industriales 28
Mangas Verdes Rugby Alcalá B 35

A la canónica hora de las 11 de la mañana del domingo 29 de septiembre, (día de los Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael) debutaban los chavales de El Glorioso ‘D’ de Industriales en El Cantizal en el primer partido del meritorio grupo “B” de la nunca bien ponderada 3ª Regional Madrileña.

Estrenábamos la liga tras el aperitivo de Atapuerca, contra un equipo “nuevo” en nuestra liga, el ‘B’ del Mangas Verdes Rugby, de Alcalá de Henares, equipo con gran impacto mediático tanto por su curiosa denominación (correspondiente a una empresa de servicios y no a la Santa Hermandad rediviva) como por haber incorporado a su disciplina al excapitán del XV del León y ex concursante de Masterchef Celebrity Jaime Navas.

No disfrutamos de la presencia del aguerrido 8 y discreto cocinero en el campo, pero se presentaron los de Alcalá con una potente cuadrilla granada de edad (estarían sobre los 35-40 años, ¡¡quien los pillara!!) y con buena planta con viejos conocidos en su delantera de anteriores encuentros (de los buenos y los malos) por esos campos del Señor.

Nuestro equipo aunque presentaba bajas (alguna inexplicable como el afamado Theodore, presente y con sus avíos pero sin ficha o el infalible Duch, en la banda con su señora), alineaba como suele ser habitual al empezar la temporada una convocatoria nutrida gestionada por Borrull y delegada por Spity: Miguel MM Rodrigo, Nacho Monterrey Monter, PPpili, Juanito Rodrigo, Chucho, Maguila, Don Paolo © y Miguel Torres conocido como Multiusos Micky de 8 en la delantera; Ignacio Fusterín y Lorenzo Chupao de medios, Miguelito Pernas y Pablo Majorero en los centros con Chema Guio, Gordillo y José Luís Niño de Aranda atrás. Se unieron a la fiesta unos antes y otros después (Chema cascó en el minuto 4, el pobriño) Alvaro Prosti, Perico Jack Ruiz, Pepe Manodepiedra Salas, Edu El burgalés volador, Miguel Pinche güey Blanco (nuevo en esta plaza) y Andy. Mucho Miguel en la alineación, para no desmerecer al Santo Patrón.

En la banda, honrosos prejubilados, dolientes convalecientes, fotógrafos inmarcesibles, técnicos ilustrados y público en general (Rollo, Rafuto, AGM, Marcial Van Staden, Paquito Escarpa, por citar algunos ejemplos) dispuestos a disfrutar de la mañana soleada durante el encuentro y de una cervecita con migas ilustradas después.

Tras los pertinentes abrazos y parabienes fuera y dentro del vestuario, surtido de cremas calentadoras y comentarios diversos sobre el aspecto de este o aquel vendaje, salimos a calentar a contra mano, porque los de las mangas nos habían levantado nuestra zona favorita, la del proverbial azulejo de la derecha (en la que corre más el aire). Habrá que poner un cartelito, ¡hombre ya!

Sería quizá por ello o porque Monter (rebautizado por el corrector del WhatsApp como Monterrey) llegó tardísimo y nos tuvo en tensión hasta el penúltimo momento, pero la verdad es que no empezamos muy centrados el encuentro, con una primera parte en la que nuestros contrarios y el árbitro se despacharon a gusto: aquellos con cuatro ensayos trasformados y este con un par de sacos de golpes de castigo y una amarilla para Miguel MM.

La sensación en esta primera parte era un poco rarita: ellos aparentaban tener más fuerza y más rapidez, pero lo cierto es que en las melés éramos superiores y que nuestra ¾ defendía estupendamente (iba a decir “de cojones”, pero igual no queda bien en foros más delicados), y frustraba sus ataques, provenientes sobre todo de los saques de lateral en los que fueron superiores. Un partido igualado y disputado, parecía.

La clave en esta mitad estuvo en los golpes, pues nuestros contrarios sacaron ventaja -nunca mejor dicho- de la multitud de golpes que el árbitro nos pitó y también de los que hicimos, consiguiendo dos ensayos sus delanteros en saques rápidos a 5 metros y otro su medio melé y el apertura, todos ellos convertidos.

En nuestra cuenta, magra pero esperanzadora, un ensayaco del Pernas que, para celebrar su santo y de forma harto imprudente, interceptó un balón del apertura contrario cuando atacaban casi en nuestra 22 y se pegó una carrera de las que hacen afición: puede que se arrepintiera, pero ni dudó ni miró atrás. En declaraciones a la prensa en la zona mixta, aclaró “sabía que estaba solo, pero pensé que estaba más cerca y no encontré a nadie con quien chocar, en mi cabeza oía voces y eso me animó a seguir” y, poniendo cara de Enrique Iglesias insistió, “es casi una experiencia religiosa”.

Llegamos así al descanso con un 5-28 que no presagiaba nada bueno, aunque la sensación en el campo era de igualdad. Se lo juro.

Se hicieron los cambios e insistieron nuestros técnicos, psicólogos, logopedas y consejeros matrimoniales en la conveniencia de no hacer tantos golpes y mantener una buena convivencia con el árbitro y una buena cohesión en el equipo; los ¾ querían balones pero los delanteros decían que ellos no los tenían, con lo que tras los cambios, volvimos al juego, a ver qué pasaba, entre “estoy centradito” y “a verlas venir”.

Y efectivamente: a los dos minutos nos metían su quinto ensayo trasformado y cinco minutos después, Álvaro Prosti era invitado a descansar 10 minutos en el banquillo, por lo que parecía que el asunto se torcía definitivamente.
Sin embargo algo cambió: nuestro dominio en la delantera creció, recuperamos balones en el juego estático, hicimos -y nos pitaron- muchos menos golpes, por lo que entre el minuto 50 y el 70 desarrollamos un juego muy contundente en todas las líneas, que culminaron con ensayos de PPpili rematando jugada de delantera, Monterrey en su ataque de cuernos habitual y Fusterín, de forma que, a falta de 10 minutos estábamos a un ensayo y poco.

Debió ser el ansia viva, (porque desde luego no sería la inexperiencia) pues cuando mejor pintaba la cosa tuvimos otro par de expulsados por roces con los contrarios (Manodepiedra Salas, y Pernas) y perdimos a Iñasio Fuster durante los últimos cinco minutos por un pisotón de fuego amigo; demasiada ventaja, jugar más de medio partido con uno menos y regalar tantos golpes, y, además, mucha caló. Una pena.

Se nos acabó esta parte del partido 28-35 cuando más animados estábamos y en plena efervescencia, pero la cosa ya no tenía solución.

Empezamos la última parte saltando al campo Andy y gracias a su apoyo conseguimos un último ensayo (él mismo atacando por la banda a pase de Maguila), pero que al no conseguir transformarlo no pudo acercarnos más en el resultado.

Pitó el árbitro el final, nos fuimos al pasillo con la satisfacción y alegría que da terminar los partidos de esta manera y, tras la foto de rigor y agradecer a la grada su apoyo, pasamos al vestuario donde Javi León (Theodore por mal nombre), nos esperaba sin ficha pero con los primeros litros de la temporada y dos hornazos, dos, recientitos que nos supieron a Gloria.

Rematamos con unas Gloriosas Migas dignas de la alcalaína Hostería del Estudiante, que fueron muy celebradas por la parte visitante y muy remojadas en buena cerveza por la nuestra, disfrutando del inicio de una nueva temporada (otra más) con los amigos de ahora y de siempre, con un solecito que ahora sí, resultaba muy agradable.
¡¡A BUENAS HORAS!!

Salud camaradas.
PPpili

Nota para los de la ESO
La Santa Hermandad fue una organización militar creada en Castilla por orden de los Reyes Católicos que estaba destinada a perseguir y castigar los delitos cometidos fuera de las poblaciones; fue fundada en 1476 y disuelta en 1835, considerándose que la actual Guardia Civil vendría a ser su sucesora (de ahí el color del uniforme de este Cuerpo). Se caracterizaba por vestir un coleto con mangas verdes como uniforme más corriente; en sus últimos tiempos no funcionó muy allá, llegando siempre tarde al lugar de los hechos, por lo que se acuño la expresión de “A buenas horas, mangas verdes” para referirse a algo que se hace de forma tardía, cuando ya no hace falta.