Partido del sábado 3 de noviembre, en el que nos enfrentábamos a Quijote Rugby Club sin más referencias aparte de que eran de por ahí abajo: Toledo, Yuncos, Illescas, según a quién preguntaras.

Tras unas cuantas alineaciones con “posibles D” y cambios de última hora por bajas por lesión como la de Cazita, nos juntamos en el Cantizal a las 11:30, en un bonito día soleado y hasta caluroso:
Giorgio, Koala, Perotas, Germán Morly, Héctor, Willy, Suizo, Sancho, Rafita (C), Andrés Vélez, Garrán, Dani, Colom, Yago, y Bean. En el banquillo deseando jugar Guti, Weabon, Prima, Maura y Sopas.

Tremenda alineación en la que reaparecíamos tras lesiones y mucho tiempo de recuperación, alegres y felices de volver a estar, algunos como Colom, Weabon y yo mismo.

Ya en el vestuario empezamos con las coñas y cachondeo que se suponen no deberíamos tener ambientados con unas cuantas canciones variadas, gracias al flamante nuevo altavoz de nuestro querido Sopas.

Tras un calentamiento alegre, divertido y entretenido para algunos e insufrible para otros dada la alta intensidad física, en el que hicimos hasta planchas y abdominales ¡por Dios!, nos metimos en el vestuario para darnos los últimos retoques de cremas y vendajes varios y escuchar las sabias palabras de Jarque y Rafita que nos sabemos de memoria: acordarnos de los que no están, juego sencillo, apoyos y sobre todo divertirnos sin pensar en el resultado. Toda la seriedad conseguida se perdió rápidamente tras recibir los ánimos de algunos de los Gloriosos que habían jugado como bestias momentos antes, que estaban en el vestuario de al lado y que nos hicieron un pasillo en bolas recién duchados o a medias. ¡Pero quién quiere seriedad teniendo ese buen rollo! Salimos al campo concentrados, sonrientes y con una divertida y nutrida grada de jugadores, amig@s y familia entre los 0 y 70 años de edad, que no pararon de animar en todo momento.

Comenzamos el partido con ganas, pidiendo balones, ganando su línea de ventaja en cada acometida y olvidando las sabias palabras anteriormente comentadas, rompiendo solos, casi siempre a la zona del paquete contrario, en fin, buscando carne para divertirnos. Pese a los nervios iniciales y a esta falta de control aparente, llegó el primer ensayo en el minuto 7 a cargo de un servidor, Sancho (que no Quijote). Rápidamente nos ensayaron ellos con transformación por una pérdida de balón en nuestra 22 tras una jugada tonta que nos pilló algo despistados, cosas que pasan.

La posesión era nuestra prácticamente sólo interrumpida por jugadas en las que rompíamos sin apoyos cercanos, lo cual ellos aprovechaban muy bien pescando balones y provocando nuestros retenidos correspondientes. Pese a ello y gracias a unas bien formadas touches les robábamos muchas que nos ponían en ventaja otra vez, siempre con la posesión y atacando. Algunos balones los abríamos y todo y a pesar de los quiebros y rapidez de nuestra línea no conseguíamos escaparnos claramente ya que ellos presionaban bien y subían ordenados. Un gran Perotas aumentó el marcador en el minuto 22, tras recibir una buena liberación de Germán que estaba siendo agarrado por dos Quijotes y encarando con 10 metros de carrera a su zaguero que no sabía dónde meterse o cómo parar a ese gigante.

Los pocos balones que tuvieron ellos fueron rápidamente recuperados gracias a las buenas labores defensivas que realizábamos, buenos placajes, presión, etc que provocaban adelantados suyos y melés para nosotros, su perdición, momento el que nos hicimos grandes como molinos. Y es que pese a la aparente fortaleza física suya, les dominamos en los moules y les robamos varias melés gracias a un enorme Koala y a un paquete unido y estable que hasta les hizo retroceder en alguna, fruto de lo cual llegó un ensayo de salida de 8 de un servidor, Sancho (que no Quijote) en el minuto 27.

Nos quedamos con 14 por expulsión de Bean en el minuto 34, tras unas cuantas caricias con su número 6, un Quijote algo nervioso e impetuoso, al que le daba por entrar a los rucks repartiendo galletas y al que curiosamente solo sacaron amarila. Pese a ello seguimos a lo nuestro y a nuestro juego, consiguiendo otro ensayo de un servidor, esta vez de moul avanzando 5 metros tras una gran touch.

Tras el descanso en el que Jarque nos hizo ver que lo único que sabían hacer ellos era presionar y robar balones en los rucks y que lo único que teníamos que hacer nosotros era no ser cafres, buscar apoyos y buscar los huecos se reanudó el partido al que imprimimos un buen ritmo. En la segunda parte entraron a jugar Weabon, Guti, Maura, Prima, y Sopas.

Tras otra melé ganada y consiguiente salida de 8 que no supieron defender en ningún momento, volvimos a ensayar con transformación de Rafita en el minuto 44, situación que se repetiría en el 63, melé, salida y ensayo, tras un expulsión temporal de un jugador del Quijote por falta reiterada.

A partir de ahí se nos acabó la gasolina a muchos, fruto de lo cual llegaron dos ensayos seguidos suyos en los minutos 73 y 79 y un espejismo de remontada que acabó con el pitido del árbitro. En ese momento entraron en el campo Quique y Miguel, con su alegría y energía para jugar los últimos minutos, meter unas buenas percusiones para asombro de algunos y un par de ensayos.

Por supuesto tuvimos nuestros grandes momentos en los que se intentaron cosas “nuevas” que sabíamos que no funcionarían, ahí con dos cojones, como una patada a seguir contra varios contrarios de un tercera crecido, varias patadas a su zaguero perfectamente colocado, romper a lo kamikace solitario contra un muro…cosas de esas que siempre intentaremos esperando que algún año o década nos salgan. También recuerdo grandes placajes, una carrera de ala tras una gran patada (esta sí), buenas percusiones, bonitos movimientos y quiebros de la línea, actitud asesina de los terceras, nervios de acero de algún ala y zaguero, buenos pases en la línea, etc, etc, etc que hacen que sigamos disfrutando y sonriendo como siempre.

Y para terminar un gran tercer tiempo como siempre con unos enormes pepitos de ternera a cargo de la familia Caza y en buena compañía del contrario, de los hermanos de Indus y de familiares y amig@s, ¡qué más se puede pedir!