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El veranillo de san Miguel nos regalaba un día soleado en Valle de las Cañas. Siendo el primer partido de liga y siendo además el primer partido fuera, se nos convocó 2 horas antes del kick off a los que defenderíamos los colores Industriales.

Las ganas de rugby -ganas de comenzar con buen pie- se notaron desde el principio: no hubo apenas retrasos para llegar a la hora convenida. En ese ínterin en el que algunos pasaban por las hábiles manos de nuestro fisio Reneses para momificarse adecuadamente, nos íbamos saludando unos a otros, con los nervios contenidos en las bromas de la charla.

Allí estaba Victor “Seta”, nuestro capitán, pegado a su teléfono móvil; Álvaro “Flanker” -aunque jugaría de 3-, y Germán “Morly”, que junto a una servidora y con un aún dormido Carlos “Caza” seríamos los responsables de dar solera y veteranía al equipo. Continuando con la alineación estarían Pablo Zas, Pablo “Porche”, “GonPo”, Javier “Ligerín”, Alberto “Chava”, Mario Villoria, el clon gordo de Agustín Silva y Manu Bellete “Billetes” como jóvenes clásicos de nuestro B. Sobre esta cama llegaban como plato fuerte incorporaciones estrella como la de “Juanito Maravilla”, Rafael “Rapa” y Edu Lasanta, aderezadas con recientísimos aderezos como Pablo Alcázar, Alvaro Acedo, Gonzalo Navas y Jorge Magaña “Forest”.

Sería el sol, o quizá la hora de la siesta, pero comenzamos el calentamiento despistados. Nos costó coordinarnos en los ejercicios de activación dirigidos por Pablo “Maura” y Daniel Mingo. Esto nos costó no pocas llamadas de atención, que se repitieron en el vestuario como un mantra.

Después de preparar nuestra armadura -nuestra camiseta, nuestros colores- y de que el árbitro (Luke Pearce) nos indicara las novedades del reglamente e hiciera las advertencias canónicas, salimos al calentamiento.

Allí estaba el omnipresente Maura y sus conos, para hacer que la sangre volviera al cerebro y los cuerpos preparados para el combate. El sol vespertino dejaba en su caída un calor asfixiante en el caucho, y paramos a hidratarnos más veces de las habiturales. El pitido de comienzo de partido llegó antes de lo esperado y con él la charla de Seta para ponernos los pelos de punta.

Recibimos el primer balón.
(En lo sucesivo debo pedir disculpas al lector ya que mi memoria es un poco escasa, y recurro al acta para hacer memoria)

Fueron lo que parecen 10 minutos de juego competido, hasta que una escapada de los de blanco marcó la primera sangre para Olímpico. Y la segunda; parecía que Olímpico se distanciaba de industriales en el tanteo, pero supimos recomponernos para la segunda mitad de la primera parte en la que el pié certero de Lasanta pudo transformar los ensayos de Alcázar -conquistando desde ruck- y de Chava.

Después del descanso se incorporó GonPo por Alcazar, y más tarde entraría Porche. por Navas. Empezamos marcando la diferencia en la segunda parte, gracias a una entrada de nuestro 8 Rapa, transformada nuevamente por Lasanta.

Se sucede en esta primera mitad el juego más intenso en el partido, y ambos equipos nos disputamos la victoria de minuto en minuto. Mención especial al ensayo de nuestro ala Villoria recepcionando dentro de la 22 contraria una arriesgada pero resultona patada de Chava.

El declive, desde mi particular punto de vista, se produjo tras una melé en 22 contraria. La melé, con la reciente incorporación de Caza como 3, bajó a ras de césped y arrasó a la melé rival. Sin embargo, cosas de este deporte, nunca se pueden dar las cosas por hechas. Esto es conquista. Es lucha. Es rugby. Así pues, un fallo en la tres cuartos permitió un contraataque del rival que nos hirió de muerte.

En el capítulo de incidencias, hubo una amarilla para Olímpico por juego sucio, y por nuestra parte, alguna jugarreta perpetrada por alguno de nuestros jugadores más veteranos de la que no estamos particularmente orgullosos y pedimos disculpas desde este medio.

No entendemos tampoco como se quiere cobrar semejante justicia en el pasillo final que se hace precisamente para “honrar” el buen juego del rival. Episodio lamentable y que esperamos no se vuelva a repetir.

La conclusión, tras las charlas diversas, y las cervezas fresquitas que nos procuró nuestro SUPER delegado Miguel de Vega para los que llegamos al banquillo, era que habíamos estado en situación de paridad con un equipo recién descendido de división de honor. En su casa.

Es cierto que tuvimos problemas de comunicación y de conocimiento interno entre los jugadores. Que cometimos muchos errores de placaje. Que no supimos atacar apropiadamente o leer el juego en muchas situaciones. Y aún con todo – insisto- plantamos cara a un rival como Olímpico.

Así que, así mientras caía el sol en Valle de las Cañas, me pregunto si el sol mortecino no vaticinaba el ocaso de los dioses del Olimpo.

Jorge Vidal “Chino”