Tocados, pero nunca hundidos. Si bien la derrota de la jornada pasada supo especialmente amarga por la importancia del partido, somos Industriales, no nos rendimos, y vamos a dejarnos la piel en la lucha por estar en la élite del rugby español.


Llegó el domingo y el CAU Valencia se presentaba en el Cantizal, nuestra casa, “The House of Pain”, algo que todos los clubes de la liga saben que significa que 23 jugadores de azul y negro van a salir a jugar con un cuchillo entre los dientes. Los valencianos venían mentalizados, pero empezó la primera parte con Industriales atacando con dureza y abriendo el marcador con un ensayo de un jugador de nuestra cantera, Jon de la Guardia. Ensayo al que apenas 5 minutos después le acompañaba otra anotación de Exequiel Orellana “Moto” y una conversión encajada por Wayne Gardner que nos ponía 12 puntos a la cabeza. Tras esto aun Wayne fue capaz de encajar una nueva patada de castigo sumando tres puntos más.


Hasta aquí llegaba lo fácil, CAU comienza a reaccionar, ningún equipo de este grupo ha llegado aquí por azar. Los valencianos castigan a Industriales que acusa imprecisiones en el juego y comete varios golpes consecutivos que acercan a CAU a dos puntos. Los jugadores saben que algo pasa, se reúnen antes del saque y se centran. La mayoría de vosotros sabéis lo que es estar en esos corros, y que de ahí se sale con un compromiso de ir a por todo.
A pesar de dos bajas en las filas de los de azul y negro, el equipo se reagrupa y empieza a presionar jugando a lo que mejor se les da. Mucho movimiento de balón, descargas al límite y roturas en la línea que cierran la primera parte 27 – 13 con ensayos de Manawanui “Mana” Williams y Miqueas Nuñez así como una conversión del primero.


La segunda parte comenzó con Industriales presionando duramente, pero un CAU mucho más duro al entrar nos volvió a poner en situación de peligro. Aun así, ya hemos dicho que jugamos en casa, y aquí no se perdona. La grada volcada empuja a los jugadores poco a poco y llegan los ensayos de Guido Albertario y Quentin Lajoie que cierran el partido otorgando el bonus ofensivo a los locales, lo que devuelve la fuerza al equipo tras la última derrota y les acerca cada vez más a las posiciones de “Play Off”.


Industriales demuestra un día más que somos un equipo dentro y fuera del campo, que rendirse no está en nuestro ADN, que el grupo de élite debe seguir temblando por la idea de enfrentarse a nosotros. Después del fin de semana pasado, solo necesitábamos creer en nosotros como club, como equipo, presentarnos en las gradas para recordar a los nuestros que estamos juntos, que somos uno, que podemos ser los campeones de esta liga y alcanzar la codiciada División de Honor. Solo nos hace falta creer.


¡Vamos Industriales! ¡A por la División de Honor!